Atardecer

Cogidos de la mano, caminamos por la orilla. Miramos, al andar, como se entierran nuestros dedos en la arena fina. El agua rellena los huecos, y mece nuestros pasos con el vaivén de las olas. El sol ya se pone, y nos sentamos para despedirlo en la arena caliente.

Nos apoyamos uno en el otro, hombro contra hombro. La brisa susurra en nuestros cuerpos. Un escalofrío recorre nuestra piel húmeda, y nos estremece. Entornando los ojos miramos, sin ver, hacia poniente. Apenas calienta, pero nos baña con su paz.

El viento lleva tu pelo hacia atrás y libera tu cara. Miro como la luz te ilumina, tus ojos cerrados y tu boca brillante, tus hombros redondos, tus pechos suaves. A los lejos, un perro ladra hacia el eco, corriendo tras la cometa de un niño.

El cielo naranja se está apagando. El día se acaba. ¿Mañana … ? Da igual. ¿Qué hacemos esta noche?

Te ayudo a levantarte. Volvemos a casa. Cogidos de la mano, caminamos por la orilla.

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