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Mi estreno como Patrón

30 septiembre 2014
Cumulonimbos

Cumulonimbos

PatroneandoTras unas semana de incertidumbre, un aguacero tras otro, alguna tormenta y una luxación de vértebras de mirar al cielo, el día amaneció tal como indicaba el parte de AEMET: algo de nubes, que fueron despejándose conforme avanzaba el día, vientos flojos, muuy flojos, y un solito estupendo para ponerse morenos y achicarrarse la nariz. Llegamos a Puerto Sherry sobre las 10.30 (HRB :P). Allí nos estaba esperando a bordo el de la empresa de chárter, Manuel, un tío muy simpático, para explicarnos con detalle el funcionamiento de todo el sistema: paneles de luces, baterías, agua, velas, etc. ¿Con qué conocimientos se sube la gente a un barco de ese tipo? Tal como nos iba indicando qué era y para qué servía cada cosa (cabos, velas, funcionamiento de los winches, etc) me estaba dando la impresión de que más de uno había alquilado el barco sin saber lo que era una driza, lo que me dio algo de seguridad: yo sabía incluso lo que era un puño de escota 😀

Tras la charlita, desayuno. Media hora para volver loca a la camarera, deglución y vuelta al muelle. Empieza la fiesta.

La tripulación del "Brujilla"

La tripulación del «Brujilla»

El velero es un Bavaria Cruiser 33. Tamaño justo para no sentirse agobiado (íbamos 8), muy manejable. Se notaba que no era nuevo en los asientos, colchonetas, etc., pero bien conservado. Además, había hecho una travesía a las Islas hace unos meses con el hermano mayor, el Cruiser 46, así que me sentía cómodo. Menos nervioso de lo que esperaba, calentamos motor y nos preparamos para iniciar la marcha.

El primer problema lo tuve antes de zarpar. La tripulación (ninguno de ellos tenía experiencia) se me amotina a la hora de soltar amarras, discutiendo que por qué no se soltaban en el orden en que estaban puestas: primero el cabo más lejano, después los del medio y por último el de la punta. Cuando me doy cuenta han largado todos y el barco se está separando del finger por la proa, adentrando la popa en el pantalán, mandando a tomar por culo la maniobra que tenía preparada aconsejada por el hombre del chárter. Afortunadamente, estamos ya casi en bajamar, sin corriente, y sin viento. Tengo que hacer rápido ciaboga para no estamparme con el de atrás y salimos del pantalán. Maniobra perfecta: primer desatraque gobernando y con motín. Me cuelgo una medalla.

Como la marea estaba baja, avanzamos con mucha precaución, muy despacio, como un gato doblando una esquina. Al salir, zona señalizada con boyas y marca de peligro. Algún grumete insurgente cuestionando gobierno y no llevamos ni 4 minutos de singladura. Revuelo del resto y mosqueo del patrón. Así no hay quién se concentre. Miro sonda: 3m. Calado del barco: 1.95. Pom, el barco se para. Para que te fíes de la electrónica y de los patrones novatos. Hemos tocado fondo. Me separo más de las boyas y salimos por fin a la bahía.

IMG_1202Aproamos, y me dispongo a subir velas por primera vez. Mayor arriba sin problemas, génova sin problemas (seguimos aproados) buscamos sobre la carta uno de los puntos que nos aconsejó el tío del chárter para echar las cañas un rato. Decidimos ir al más cercano, que la primera vez no hay que abusar -según de qué 😉 – dejando por babor la marca cardinal N. Mirando la carta, veo bajos por todos lados, muy bajos y muy cercanos unos de otros, y mi barco muy grande. ¿Cómo se puede navegar por aquí? Cuando iba de grumete no parecía haber tantos.

Intento explicar la maniobra a la tripu para adentrarnos un poco en la bahía, ciñendo, y dando unos bordos. Cuando consigo que se aclaren y terminamos una maniobra, hay que dar bordo al otro lado. Para apuntarse a regatas. Una hora más tarde hemos recorrido una milla, y se escuchan comentarios tales como «me duele la cara de aguantar la velocidad en las mejillas» o «¿Nos dará tiempo de ir a Ceuta antes de comer?» Aún no hemos rebasado la altura de la boya de recalada y ya están sacando la comida. ¡Pandilla de esmayaos!

Arrumbamos para dejar por babor la señal cardinal N, dirección al caladero al oeste de Rota, y comienzan mis problemas con el autopilot. Pulso el botón, me dice que sí (mensajito de auto en display), pero me engaña. En cuanto suelto el timón para encargarme de las velas o de las patatas (aquí viene el chiste: ¿quieres velas? ¿quieres papas? ver nota al pie), el barco da la vuelta y pone proa al muelle, se le nota la querencia. Cuando Manolo el del chárter vea el tracking en el plotter se va a hartar de reir.

IMG_1201

No estoy mal para 74 años, ¿verdad?

Una hora de curricán más tarde (ayer compré una cucharilla de urgencia en un chino) recojo velas, enciendo motor y hacemos un primer intento de fondeo. Rocas en el fondo, a unos 7 m. de sonda. El ancla no coge, así que cambiamos unos metros y, ahora sí, tocamos arena y se fija a la primera. Dejo el motor encendido unos minutos para segurarme que no garrea y nos disponemos a comer, como si no se hubiera echo otra cosa desde la salida. Cuando apago el motor disfrutamos de uno de los momentos que me han llevado a sacarme el PY: Silencio total (exceptuando a la legión de loros que tengo por tripulación), meneíto de las olas y brisa y solito en la cara.

El resto del día, sin incidentes: Comida y bebida como si no hubiera mañana, caña para arriba caña para abajo pero sin peces, disputas políticas, alguno sesteando, … Un día bonito y agradable. Como fin de fiesta, soplamos velas (las de la tarta), celebrando el cumpleaños de una amiga y del que suscribe. Copita cava y, hora y media más tarde de lo previsto, levamos ancla y volvemos a puerto.

Con 3 nudos de viento por el través y como no traemos pijamas, decidimos poner motor para llegar de día, llegando a puerto poco antes de las 8 de la noche.

La guinda fue el atraque. «Es éste; no, era después del rojo. Que no, que estaba antes del bajito, …» Los números del puesto no se veían hasta que estabas encima. «Joder, que es éste» En resumen, entré tarde. La palanca estaba dura como un bizcocho de 3 meses, y me costaba la misma vida meter la inversora. Aunque marcha atrás debía caer la popa a babor, la vaciante me tiraba a estribor. Cuando me di cuenta, tenía el barco atravesado, rozando a proa y popa con los otros barcos. Cada vez que intentaba enfilar el pantalán para entrar en mi sitio, en el momento que quitaba máquina avante se volvía a travesar. Intenté hacer ciaboga para salir e iniciar la maniobra desde el principio, pero el barco no quería colaborar y deshacía marcha atrás lo que hacía avante. Y con todo el personal opinando a la vez: «dale p’allá, p’alante, p’atrás, derecha, derecha, … ,» lo que ciertamente no ayudaba a aclararme con la maniobra. Pensé en salir marcha atrás, ya que la corriente (tampoco había tanta) me quedaría por la proa y, al iniciar la maniobra, vi que un tío venía corriendo desde el muelle. Era Manolo el del chárter; supongo que al verme hacer el trompo con su barco se le abrirían las carnes. Intentó indicarme la maniobra (tuve que callar a la cohorte de monos chillones que llevaba a bordo para oirle), pero terminó saltando, sacando el barco del pantalán e indicándome la maniobra, atracando el barco. Así que con el desastre del atraque me quité la medalla que me puse al zarpar.

En resumen: un día divertido en términos generales e instructivo en términos náuticos. Esperamos volver a repetirlo pronto. Y yo volveré a hacer alguna salida como grumete o patrón adjunto de algún alma caritativa dispuesta a compartir conocimientos con este humilde navegante :), a ser posible con condiciones más duras que las que he tenido hasta ahora, porque casi siempre he tenido la suerte (o no, en términos de aprendizaje) de contar con muy buen tiempo.

Chiste de las papas:
El estraperlista ve como llega un barco a puerto y fondea a no mucha distancia. Carga unos sacos en su barca, se sube en ella y dando remos llega hasta el barco.

  • «Psss, psss» le chistea al marinero de guardia en cubierta, y cuando éste lo mira, le dice:
  • «¿quieres papas?
  • «¿Papas?» responde el marinero, «No, no nos hacen falta papas, gracias»
  • Y ahi que se vuelve el estraperlista a tierra remando en su bote.
    Al día siguiente vuelve el estraperlista a repetir la operación:
  • «Psss, psss…¿quieres papas?»
  • Recibiendo del marinero de guardia la misma respuesta:
  • «No, no queremos papas»
  • Y así un día y otro y otro…recibiendo invariablemente la misma respuesta de los marineros, que ya se lo toman a pitorreo.
    Pero una noche ve el estraperlista que el barco se ha quedado a oscuras sin luz, carga sus sacos en el bote y remando llega a la altura del barco:
  • «Psss, psss» reclama

Y cuando se asoma el marinero le dice:

  • «¿Quieres velas?
  • «¿Velas? hombre pues si, velas si queremos»
  • A lo que le responde el otro
  • «Noooo, que si quieres ve-las papas»

 

 

From → Humor

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